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Inician investigación histórica en el cementerio de Santa Lucía

 

09.09.2012       23:58|

Hace unos quince días, dos investigadores formoseños llegaron a Santa Lucia, con el objeto de poner en valor histórico al Cementerio local, habida cuenta que allí están los restos y tumbas de muchos habitantes de la antigüedad, incluso de personajes y personalidades del tiempo de la Reducción indígena franciscana de Santa Lucia de los Astos, que fuera fundada en terreno desmoronado en la desembocadura del río Santa Lucia en el Paraná. Una de las tumbas buscadas seria del “Gaucho Cacildo”, un bandolero rural. Pero ésta búsqueda de informacion para los investigadores se vió truncada con la propuesta del sacerdote Niella sobre fray Eugenio Lucchetti.

 

Uno de los valores patrimoniales, además del Santuario que es Monumento Histórico Nacional, de Santa Lucía es el cementerio local, que data de la última mitad del siglo XIX. En ese marco, el padre Luis Niella, quien atesora entre sus escritos y en su memoria gran parte de la historia de la localidad, inició contactos con el intendente Mario Cordero, para, entre otras cosas, poner en valor la tumba de fray Eugenio Lucchetti y recuperar sus restos para trasladarlos al templo parroquial.

 

 Ayer, dos historiadores y antropólogos formoseños, visitaron Santa Lucía, en el marco de una investigación sobre devociones populares y resguardó como tesoros patrimoniales de los cementerios.

 

El Coordinador de Relaciones Culturales del Municipio, Gustavo Coletti, comentó a El Litoral, que estos historiadores, José Luis Pignochi y Angel Francisco Deola, integran la Red Iberoamericana de Cementerios Patrimoniales. A sabiendas de la antigüedad del campo santo santaluceño, quisieron conocerlo e iniciarán una recopilación de información.

 

Ambos historiadores, están trabajando en la confección de una ruta turística que incluya estos lugares históricos como referencia en el litoral.

 

Entre otras cosas, de esta iniciativa de los investigadores formoseños, se podrían iniciar gestiones para que sea declarado patrimonio histórico, cultural y religioso al cementerio de Santa Lucía, realizando acciones conservacionistas. Expresaron a un medio santaluceño, que el cementerio de la ciudad es "una fuente gigantesca de datos, lo cual amerita una nueva visita a la localidad".

 

El padre Niella, quien estuvo dialogando con los investigadores formoseños, mencionó a este medio que les hizo referencia de datos puntuales de los primeros registros que existen sobre el cementerio. El campo santo, recordó, antes estaba dentro del predio del Santuario, y que en 1872, aproximadamente, fue trasladado al lugar en el que se encuentra actualmente.

 

Por otra parte, el sacerdote, contó que dialogó con el jefe comunal, para recuperar la tumba de fray Eugenio Luchetti. "Esta muy olvidado, fray Eugenio; él llegó desde Italia, en Santa Lucía estaba una reducción franciscana. El padre fue asesinado aquí mismo en la casa parroquial, el 27 de marzo de 1881, por defender las monedas de oro que habían guardado en el templo familias del lugar, para resgaurdarlas de asaltos y robos, ya que en ese tiempo no había bancos en la zona.Lo mataron después de torturarlo durante toda una noche. El asesino era el Comisaria del Pueblo de apellido Chamorro, quién ordenó a sus subalternos el asalto a la casa parroquial que estaba lindante a la Comisaria. A partir de ahí, tras la venida a estas tierras del entonces Obispo de Paraná, quien ex comulgó a los asesinos, la gente aseguraba que cayó una maldición sobre los asesinos, ya que todos murieron trágicamente".

 

Fray Eugenio, mencionó el padre Niella, fue impulsor de esta comunidad y del Santuario. Luego, "con donación de la gente, se compró el predio el cementerio actual, 1872 se trasladó", reseñó el sacerdote.

 

El padre Niella, quien logró descubrir diversos objetos de la antigua tumba de fray Eugenio, manifestó su intención de poder realizar un monumento en el cementerio y trasladar sus restos a la parroquia. "Entre los objetos hallados encontramos los cuatro signos cardinales, que representan la Resurrección, la palma de laurel, que representa que justo permanecerá en eterna memoria", dijo.

 

El sacerdote destacó que “hace algunos años, en 1982, soñé con fray Eugenio, y él me hacía referencia al lugar en el que había guardado las monedas de oro por las que lo habían matado. Un sueño similar tuvo uno de los chicos que colaboraba aquí en la parroquia; él soñó con el lugar en el que estaba. Y lo encontramos, con ese dinero se compró la sede de Cáritas, se construyó la casa parroquial, en la que vivo hoy, y se pudo pagar otros gastos. Por eso, es una deuda que tenemos todos los santaluceños con fray Eugenio”.

 

 

 

Fuente: aguapeyexpress.com

 

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